Verán mucho violeta (trasmutación y cambio), naranja (reproducción, creatividad, proyectos) amarillo en el centro (un Yo que se manifiesta)
Ahora bien, quiero rescatar como valor, el blanco.
Los espacios en blanco en un mandala aportan luz, dejar respirar, dan flexibilidad y cabida a algo más.
A veces nos sentimos en la obligación de pintarlo todo, de no dejar el mínimo resquicio sin pintura en el papel.... pues, les diré que no hay ninguna obligación.
Otro de talle a tener en cuenta es el dibujo que trasciende el mandala, que no queda circunscripto en los límites circulares.
Puede tener que ver con la evolución de la persona, con el momento de su vida que esté transitando, con sus sueños, con sus proyectos...
Nuestro universo interno es tan grande como el Universo mismo, solamente debemos animarnos a dejarlo salir.
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