Hildegarda de Binguen
Entre los sanadores más influyentes y famosos en la Edad Media, estaba la abadesa Hildegarda de Binguen (1098 - 1181), cuya apasionante vida, comprende una extensa producción literaria, gran parte dedicada a la medicina y a la alimentación.
Los principios de alimentación medicinal que preconizaba la abadesa, siguen poniéndose en práctica en a región de Renania, en el sur de Alemania, donde vivió.
Hildegarda, consideraba los alimentos necesarios a la vez para el sustento físico y espiritual.
También creía en las propiedades de distintos alimentos para ahuyentar la negatividad o los "humores oscuros del cuerpo y la mente"
Sostenía que la causa de todas las enfermedades era el desequilibrio de los cuatro humores: la bilis negra, sangre, flema y la bilis amarilla.
Muchas de sus recetas curativas son sencillas y riquísimas y recurren a una gran variedad de hierbas y especias con fines concretos.
He aquí, algunos ejemplos:
El vino de lavanda
Era el remedio de Hildegarda para desintoxicar el hígado y conservarlo en buenas condiciones; ella sabía que era un órgano vital para la salud.
"Vacíe en un tazón una botella de vino tinto de mesa.
Añada cinco cucharadas de flores frescas de lavanda sin tallo.
Lleve el líquido a ebullición, baje el fuego y déjelo hervir a fuego lento entre 35 a 40 minutos para que se evapore el alcohol.
Déjelo enfriar, cuélelo y embotéllelo nuevamente.
Tome 2 cucharadas de la mezcla de 3 a 4 veces al día, durante 10 días"
También, puede elaborarse esta receta con 750 ml. de agua y 3 cucharadas de miel, en lugar de vino.
(no es cosa nuestra, Hildegarda lo sabía)
Hinojo
Masticar semillas de Hinojo después de las comidas, neutraliza los ácidos del estómago, endulza el aliento y ayuda a digerir las comidas grasas.
Para Hildegarda, el hinojo era una de las hierbas más completas.
Fuente:
Harding, Jennie
Las buenas hierbas. Parragon Publishing, 2005.
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