La Calabaza

La Calabaza

16 mayo 2011

Carencia de Autoestima

La falta de seguridad en uno mismo ó la falta de autoestima son males extendidos casi de manera general. Todos en algún momento (si no es que oda la vida) hemos sufrido de ello.

Cuando carecemos de autoestima, solemos renunciar a todo aquello que nos corresponde por derecho propio, renunciamos a aquello para lo que estamos dotados. El ceder siempre, el no hacer lo que nosotros queremos, el dejar de vivir nuestros deseos para complacer a los demás, siempre llenará nuestra alma de frustración, dolor y pena. En las personas inseguras, esta renuncia se hace sin ningún tipo de necesidad, basta el sentimiento de "no merezco" para cerrarle la entrada a lo que nos pertenece.


El miedo es la principal característica de las personas inseguras, miedo al iniciar un proyecto, miedo al decir "no", miedo a emprender a relacionarse con los demás, a ser heridos, a fracasar. Con ello se evitan, desde luego, los fracasos pero al mismo tiempo las vivencias del éxito.


Una persona insegura es una persona influenciable. Siempre está pendiente del que dirán y sus acciones buscan más el complacer a la gente de su alrededor que a sí mismas, nulificando con ello su propia valía y sobre todo, su campo de acción y la apertura de nuevas oportunidades.

Origen de la inseguridad

La inseguridad proviene de la anulación de nuestros valores, sobre todo, durante la niñez.
En este sentido, la desvalorización puede venir de dos sentidos opuestos:

El sometimiento y el abuso de padres, maestros y todo símbolo de autoridad, es la influencia directa para aniquilar nuestra autoestima.


La sobreprotección del niño a grado de decidir siempre por el, sin darle la oportunidad de que experimente por si mismo.


Hay que señalar que la autoestima se forma en base a la experiencia, si en nuestra niñez se nos niega el vivir experiencias que nos demuestren a nosotros mismos que "si podemos" y solo se nos hace vivir experiencias del tipo "no puedo" como por ejemplo, las conocidas frases de "no sirves para eso", "eres un inútil" o "deja que lo haga tu hermano mayor", entonces nunca experimentaremos en carne propia el éxito y nuestra realidad siempre será el fracaso.

Esos sentimientos de inferioridad son mucho más peligrosos de lo que se cree pues entierran la capacidad de vida. En última instancia depende de la autoconfianza personal que alguien pueda percibir las posibilidades que le brinda la vida y aprovechar los derechos de los que depende su supervivencia. La certeza interna de poder llevar a cabo sus tareas es el requisito previo para cualquier éxito. Quien no sabe de antemano que puede hacerlo ya ha renunciado y ha perdido. La baja autoestima se puede detectar físicamente desde nuestra postura, por medio de nuestra columna vertebral uno de los órganos más importantes para la autoconciencia.

Creer que se es incapaz o de escaso valor impide mantener una postura erguida, una espalda encorvada es signo de la acentuada falta de confianza en nosotros mismos.

"Humildad es aceptar la divinidad que hay en mí... ¡y expresarla!
 
Fuente: Héctor Martinez

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