Se denomina TM a aquellos
preparados farmacéuticos obtenidos por la acción de disolventes. Estos
pueden ser el alcohol, éter, vino, coñac, vinagre etc.
Existen varios métodos para su elaboración: por solución, maceración, digestión y lixiviación.
El método que adoptamos por su facilidad y accesibilidad en casa es el de la maceración.
Se deben utilizar plantas frescas preferentemente procurando al máximo detallar la información relacionada con ellas, es decir su nombre popular y tratar de corroborar con libros de plantas su nombre científico y otros nombres populares. Esto con el fin de establecer con seguridad que la especie a utilizar sea la correcta. En nuestros Andes americanos donde existe una gran tradición fitoterapéutica, es común encontrar plantas referenciadas con el mismo nombre pero generalmente de distinta especie y género.
Es fundamental, antes de iniciar la recolección, expresar mental u oralmente a la planta y a los Devas –Guardianes y Constructores del mundo de las formas y Plasmadores de los Patrones Arquetípicos (1).- nuestra intención de cosecharla con fines terapéuticos a través de una oración o petitorio respetuoso. Entre los más excelsos conocedores de las virtudes de las plantas esto es regla de oro además de realizar la recolecta en las primeras horas de la mañana y siempre buscando que las partes por cosechar sean las que estén mirando hacia el lado este u oriente, lugar donde sale el sol, pues Él la ha llenado de Vida Esencial con su fuerza. Recordar que si vamos a cosechar hojas o inflorescencias debemos cuidar que las que tomemos sean las que estén más cerca del suelo donde están las más maduras.
Se debe anotar el lugar de procedencia y la fecha de recolección.
Luego hay que lavar bien la planta y cortarla de preferencia manualmente en trozos con mucho cuidado y Amor teniendo en cuenta que estamos manipulando una expresión viva de la creación. Si son hojas y flores se las estruja bien. Si son raíces o cortezas se machacan, contunde o trituran hasta reducirlas a un polvo grueso.
Luego de esto tenemos dos métodos para procesarlas.
Primero: Método tradicional.
En un frasco de vidrio preferentemente de color ámbar, azul oscuro o amarillo colocamos todos las partes logradas sin apretar. En caso de no contar con frascos de estos colores podremos forrarlos totalmente o con pintura acrílica darles el tono deseado.
Llenar el frasco por encima de donde quede el material vegetal con una solución constituida así: 70% de alcohol de 95% ó 96% – es comúnmente la gradación del alcohol de uso casero – y un 30% restante de agua pura. Cerrar herméticamente. Cuando utilicemos plantas carnosas o suculentas como el Aloe vera o verdolaga (Portulaca oleracea) o frutas como el mamón (Carica papaya) -entre otras- la preparación se hace sólo con una sexta parte de agua (15% aprox.) debido al gran contenido de ésta en esas especies y el mismo 70% de alcohol.
Etiquetar con los datos adquiridos anteriormente más la fecha de elaboración de la TM y almacenar en un lugar fresco que no reciba la luz del sol directamente hasta por dos semanas.
Mezclar un poco cada semana sin destapar el frasco y al final colar con un filtro de algodón o un cedazo muy fino y envasar en otro recipiente de vidrio de preferencia ámbar, azul o amarillo o forrar los que sean de color blanco.
Luego de esto se puede almacenar para tener la TM como referente en la preparación de la MD o para su uso directo en casos que así sea necesario. Esta preparación debidamente elaborada y almacenada puede durar varios años.
Segundo:
Siendo el alcohol un gran solvente de la clorofila se colocarán las partes de la planta en él durante 48 horas. El alcohol ayudará a obtener la mayor parte de los componentes medicinales además de neutralizar las distaxas oxidantes o las oxidasas, brindándole estabilidad a la solución obtenida. Luego, para favorecer la obtención de algunas sustancias que no son solubles al alcohol se recomienda que el residuo vegetal -una vez separado del alcohol- se vuelva a sumergir esta vez en agua pura durante 24 horas agitándolo repetidamente. Luego la sustancia obtenida se le agregará al alcohol logrado anteriormente obteniendo una TM completa que almacenada correctamente en lugar seco y fresco y fuera de la luz solar directa, podrá brindarnos sus potencialidades medicinales indefinidamente (2). Este método es el que más recomendamos.
Existen varios métodos para su elaboración: por solución, maceración, digestión y lixiviación.
El método que adoptamos por su facilidad y accesibilidad en casa es el de la maceración.
Se deben utilizar plantas frescas preferentemente procurando al máximo detallar la información relacionada con ellas, es decir su nombre popular y tratar de corroborar con libros de plantas su nombre científico y otros nombres populares. Esto con el fin de establecer con seguridad que la especie a utilizar sea la correcta. En nuestros Andes americanos donde existe una gran tradición fitoterapéutica, es común encontrar plantas referenciadas con el mismo nombre pero generalmente de distinta especie y género.
Es fundamental, antes de iniciar la recolección, expresar mental u oralmente a la planta y a los Devas –Guardianes y Constructores del mundo de las formas y Plasmadores de los Patrones Arquetípicos (1).- nuestra intención de cosecharla con fines terapéuticos a través de una oración o petitorio respetuoso. Entre los más excelsos conocedores de las virtudes de las plantas esto es regla de oro además de realizar la recolecta en las primeras horas de la mañana y siempre buscando que las partes por cosechar sean las que estén mirando hacia el lado este u oriente, lugar donde sale el sol, pues Él la ha llenado de Vida Esencial con su fuerza. Recordar que si vamos a cosechar hojas o inflorescencias debemos cuidar que las que tomemos sean las que estén más cerca del suelo donde están las más maduras.
Se debe anotar el lugar de procedencia y la fecha de recolección.
Luego hay que lavar bien la planta y cortarla de preferencia manualmente en trozos con mucho cuidado y Amor teniendo en cuenta que estamos manipulando una expresión viva de la creación. Si son hojas y flores se las estruja bien. Si son raíces o cortezas se machacan, contunde o trituran hasta reducirlas a un polvo grueso.
Luego de esto tenemos dos métodos para procesarlas.
Primero: Método tradicional.
En un frasco de vidrio preferentemente de color ámbar, azul oscuro o amarillo colocamos todos las partes logradas sin apretar. En caso de no contar con frascos de estos colores podremos forrarlos totalmente o con pintura acrílica darles el tono deseado.
Llenar el frasco por encima de donde quede el material vegetal con una solución constituida así: 70% de alcohol de 95% ó 96% – es comúnmente la gradación del alcohol de uso casero – y un 30% restante de agua pura. Cerrar herméticamente. Cuando utilicemos plantas carnosas o suculentas como el Aloe vera o verdolaga (Portulaca oleracea) o frutas como el mamón (Carica papaya) -entre otras- la preparación se hace sólo con una sexta parte de agua (15% aprox.) debido al gran contenido de ésta en esas especies y el mismo 70% de alcohol.
Etiquetar con los datos adquiridos anteriormente más la fecha de elaboración de la TM y almacenar en un lugar fresco que no reciba la luz del sol directamente hasta por dos semanas.
Mezclar un poco cada semana sin destapar el frasco y al final colar con un filtro de algodón o un cedazo muy fino y envasar en otro recipiente de vidrio de preferencia ámbar, azul o amarillo o forrar los que sean de color blanco.
Luego de esto se puede almacenar para tener la TM como referente en la preparación de la MD o para su uso directo en casos que así sea necesario. Esta preparación debidamente elaborada y almacenada puede durar varios años.
Segundo:
Siendo el alcohol un gran solvente de la clorofila se colocarán las partes de la planta en él durante 48 horas. El alcohol ayudará a obtener la mayor parte de los componentes medicinales además de neutralizar las distaxas oxidantes o las oxidasas, brindándole estabilidad a la solución obtenida. Luego, para favorecer la obtención de algunas sustancias que no son solubles al alcohol se recomienda que el residuo vegetal -una vez separado del alcohol- se vuelva a sumergir esta vez en agua pura durante 24 horas agitándolo repetidamente. Luego la sustancia obtenida se le agregará al alcohol logrado anteriormente obteniendo una TM completa que almacenada correctamente en lugar seco y fresco y fuera de la luz solar directa, podrá brindarnos sus potencialidades medicinales indefinidamente (2). Este método es el que más recomendamos.
Fuente: www.botiquincasero.com.ar - © Botiquín Casero
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