La Calabaza

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10 noviembre 2010

El sistema Hígado Bilis y los temperamentos




En época primitiva, el alma y el cuerpo no se consideraban tan separadamente como en la actualidad.
En Grecia, se conocían cuatro humores fundamentalmente diferentes del alma humana y se los designaba con funciones orgánicas o con sustancias relacionadas con el sistema hígado-bilis.

El colérico (griego jolé, bilis) es un "bilioso".
Se creía que en él, predominaba la formación de bilis y, por tanto, en relación directa, la actividad y la impulsividad, que puede llegar al desenfreno y a los estallidos de ira.
En alemán se designa también esta relación cuando se dice que a alguien "se le exalta la bilis".

Al hombre del humor contrario llamaban los griegos flemático, que significa "mocoso".
De hecho, el moco es verdaderamente agua viva.
Así, con el término "flemático" se indica también que en este hombre predominan los procesos vitales, asimilativos y acuosos.
En este caso, tenemos en general, buena función hepática, pero deficiente función biliar.
Estos dos tipos humanos ofrecen una contraposición humoral, debida a la relación polar: hígado=vida y bilis=actividad.

Otra pareja de opuestos, basada también en estas relaciones, es la del sanguíneo y del melancólico.

El sanguíneo tiene, en efecto, buena circulación y un ímpetu relacionado copn el hierro de la sangre.
Así, tiene también en lo mental el impetuoso brotar de ideas.

Por el contrario, el melancólico (el "Bilis negra") está penetrado más bien de fuerzas oscuras.
Ahora bien, la oscuridad está relacionada con la gravedad y con la tierra.
Está demasiado ligado a su cuerpo físico.
Por eso, todo lo toa en serio, es agobiadoy triste.

Estos caracteres constitucionales se aplican tanto a la vida física del sistema hígado-bilis como a los correspondientes estados de ánimo.
Toda persona responde más o menos a uno de estos temperamentos o a una mezcla de ellos.
Sin embargo, no se trata de una disposición absolutamente fija, a la que el hombre estuviese sometido.
En el curso de la vida, un carácter puede transformarse en un sentido u otro.
Eso depende de la actitud y de la orientación de cada uno.

Como el hígado "vivifica", de él depende la calidad de vida.
El hombre lleno de vitalidad se siente bien en general, es activo y emprendedor: su sistema hígado-bilis funciona bien.

Pero si, a causa de ciertos influjos, no se cumple correctamente la función asimilativa del hígado, perjudicando continuamente por fuerzas o sustancias nocivas, el hombre asimila una condición que no le permite sentirse a gusto.
Esas fuerzas nocivas que en el actúan rebajan su ánimo, haciéndolo agobiado y depresivo.
En medicina antroposófica, es sabido desde hace decenios que la depresión, en cuanto a trastorno psíquico, se debe a una sutil perturbación funcional del hígado.
Fuente: Otto Wolff
"El Hígado" - Antroposófica

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